Friday, March 9, 2007

Un amigo y yo

Un amigo - dice:
Hiciste las peras?

Un amigo - dice:
Y por qué O. no viene?

Dancer in the Dark dice:
not yet, no estuve en mi casa desde el martes

Un amigo - dice:
Y porque te queda bien el blanco y negro?

Un amigo - dice:
Porqué es lindo hacer un sugar push con vos?

Dancer in the Dark dice:
o. no viene porque dice que tiene problemas personales graves que resolver y no está de ánimo

Un amigo - dice:
Por qué existe el aceite de oliva con quesito esperandonos cada martes?

Dancer in the Dark dice:
el blanco y negro me quedan bien? gracias...

Un amigo - dice:
Por que sonreimos despues de bailar a las 3 AM en un restaurant vacio? Cuanto gente que conoces hace algo así? Cuanta gente que no conoces hace algo así?

Dancer in the Dark dice:
mmm... porque me gusta mucho el sugar push... gracias...

Un amigo - dice:
Por que el tiempo dura poco?

Un amigo - dice:
Es bueno que las cosas pasen rápido, cuando no nos gustan?

Dancer in the Dark dice:
porque nosotros lo esperamos a él (al aceite de oliva)

Un amigo - dice:
Esa respuesta me gusto.

Un amigo - dice:
Por que compre mi remera de swing y no llegó?

Un amigo - dice:
Por qué uno quiere tanto a gente que ve tan poco?

Un amigo - dice:
Hacer algo a pesar nuestro , no es acaso una victoria sobre el destino?

Dancer in the Dark dice:
porque así somos nosotros, son esas cosas que hacen de momentos comunes, momentos singulares y personas singulares

Dancer in the Dark dice:
el tiempo no dura, transcurre

Un amigo - dice:
Por qué en las fiestas happy feet son momentos singulares? Y por qué no dejamos que sean comunes?

Dancer in the Dark dice:
si, claramente (es una respuesta algo indulgente, en todo caso es para desarrollar)

Dancer in the Dark dice:
porque aveces las cosas tardan en llegar (no agregué "las cosas buenas" porque no nos vamos a poner tan cursis)

Dancer in the Dark dice:
tal vez porque la ve poco, justamente (respuesta de resentida)

Dancer in the Dark dice:
sobreponerse a la autoindulgencia es una victoria sobre el destino, hacer algo que uno no está de acuerdo en hacer, es una victoria del destino sobre uno

Un amigo - dice:
Si

Dancer in the Dark dice:
me pasa que no las vivo casi nunca como momentos singulares, y eso es lo que me está doliendo en este momento

Un amigo - dice:
AJA!

Ehhhhhhh, catarata de posts!!!

Mi próximo post va a ser en capítulos, como la serie reciente de mi partner in crime. Así cualquiera, che...

-Hola

-Hola

-Cómo Te Va?

-Bien.

-Joya. Me algro.

Un golazo lo tuyo...

Extraño a Ariel

Quiero que vuelva YA.

I won't dance

Why should I?
I won't dance... how could I?

I'm tired...

... of dancing.
Not enjoying it anymore.
Not at least as I used to.

I don't want it to die.

There's pain attached to the feeling.

I'm tired...

... of doing what I do.

Let go

It has been enough already.

Thursday, March 8, 2007

El descabellado deseo de traicionarme

Si, suena a novela.

Ayer fui a mi clase de canto. Ya cumplí un mes de clases y podría decir que he aprendido mucho, pero no necesariamente lo he aplicado. Tengo claro ciertos aspectos de la técnica de respiración, e inclusive sé, y siento, que puedo cantar mejor gracias a ello. The thing is... que no me puedo largar. Estoy tan duro, tan rígido que no lo dejo salir.

En el medio de la clase Guada me dijo que no le tenga miedo a determinada parte de un tema, que llegaba tranquilo,... y que yo lo sabía,... me largara.

Me mató, la muy guacha.

Después de eso canté con todo y me inyectó un montón de ganas de seguir practicando. Canté el resto de Juego de seducción como si fuera un tema mio, casi como si estuviera solo. Ahí la mina me tiró que tenía un "re lindo color de voz". Así, como lo puse. Es muy copada.
Sabe como acariciarte sin ser tan salamera.

La cuestión, finalmente, es que arranca el periodo entremedio de la clase y me cuesta un huevo ponerme a practicar,.... y sólo tengo que cantar!!! Algo que me encanta hacer!!! Y NO LO HAGO!!

¿Cómo será esto? ¿Qué sucede? Bien, caemos nuevamente en el lugar común de aceptar el julepe que me da saber que estoy haciendo todo lo que quiero, y que cada vez me acerco más a lograrlo. ¿Qué cosa? Hoy es cantar mejor, con todo mi pontencial,...

El punto es que hay miles de deseos en uno. Algunos son nuevo, y otros son viejos. Algunos me hacen bien, otros no. Los que no generalmente son viejos, y sólo hacen que me tire para atrás. El deseo de realizarme se contrapone con el de seguir manteniendo a los otros por encima mío. ¿Quiénes son los otros? Whoever I want. Family stuff...

La cuestión está en que mis deseos nuevos pesen un poco más que los viejos, y ahí vamos... como dice el master Gustavo C. Y para citarlo una vez más... "Tanto lo deseás que al fin sucede".


Y finalmente está sucediendo,... al menos eso creo hoy.

Friday, March 2, 2007

Así sigo mañana...

(09:01:47 PM) Dancer in the Dark: me voy a limpiar el baño así si D. hoy tiene suerte conmigo después se puede lavar el pito tranquilo...

No es lo más? Agarrate Catalina, o mejor dicho, agarrate D!

Thursday, March 1, 2007

Duelo y Melancolía - Extracto

Dice Freud...

Ahora bien, ¿en qué consiste el trabajo que el duelo opera? Creo que no es exagerado en absoluto imaginarlo del siguiente modo: El examen de realidad ha mostrado que el objeto amado ya no existe más, y de él emana ahora la exhortación de quitar toda libido de sus enlaces con ese objeto. A ello se opone una comprensible renuencia; universalmente se observa que el hombre no abandona de buen grado una posición libidinal, ni aun cuando su sustituto ya asoma. Esa renuencia puede alcanzar tal intensidad que produzca un extrañamiento de la realidad y una retención del objeto por vía de una psicosis alucinatoria de deseo. Lo normal es que prevalezca el acatamiento a la realidad. Pero la orden que esta imparte no puede cumplirse enseguida. Se ejecuta pieza por pieza con un gran gasto de tiempo y de energía de investidura, y entretanto la existencia del objeto perdido continúa en lo psíquico. Cada uno de los recuerdos y cada una de las expectativas en que la libido se anudaba al objeto son clausurados, sobreinvestidos y en ellos se consuma el desasimiento de la libido. ¿Por qué esa operación de compromiso, que es el ejecutar pieza por pieza la orden de la realidad, resulta tan extraordinariamente dolorosa? He ahí algo que no puede indicarse con facilidad en una fundamentación económica. Y lo notable es que nos parece natural este displacer doliente. Pero de hecho, una vez cumplido el trabajo del duelo el yo se vuelve otra vez libre y desinhibido.

Apliquemos ahora a la melancolía lo que averiguamos en el duelo. En una serie de casos, es evidente que también ella puede ser reacción frente a la pérdida de un objeto amado; en otras ocasiones, puede reconocerse que esa pérdida es de naturaleza más ideal. El objeto tal vez no está realmente muerto, pero se perdió como objeto de amor (P. ej., el caso de una novia abandonada). Y en otras circunstancias nos creemos autorizados a suponer una pérdida así, pero no atinamos a discernir con precisión lo que se perdió, y con mayor razón podemos pensar que tampoco el enfermo puede apresar en su conciencia lo que ha perdido. Este caso podría presentarse aun siendo notoria para el enfermo la pérdida ocasionadora de la melancolía: cuando él sabe a quién perdió, pero no lo que perdió en él. Esto nos llevaría a referir de algún modo la melancolía a una pérdida de objeto sustraída de la conciencia, a diferencia del duelo, en el cual no hay nada inconciente en lo que atañe a la pérdida.

En el duelo hallamos que inhibición y falta de interés se esclarecían totalmente por el trabajo del duelo que absorbía al yo. En la melancolía la pérdida desconocida tendrá por consecuencia un trabajo interior semejante y será la responsable de la inhibición que le es característica. Sólo que la inhibición melancólica nos impresiona como algo enigmático porque no acertamos a ver lo que absorbe tan enteramente al enfermo. El melancólico nos muestra todavía algo que falta en el duelo: una extraordinaria rebaja en su sentimiento yoico {Ichgefühl}, un enorme empobrecimiento del yo. En el duelo, el mundo se ha hecho pobre y vacío; en la melancolía, eso le ocurre al yo mismo. El enfermo nos describe a su yo como indigno, estéril y moralmente despreciable; se hace reproches, se denigra y espera repulsión y castigo. Se humilla ante todos los demás y conmisera a cada uno de sus familiares por tener lazos con una persona tan indigna. No juzga que le ha sobrevenido una alteración, sino que extiende su autocrítica al pasado; asevera que nunca fue mejor. El cuadro de este delirio de insignificancia -predominantemente moral- se completa con el insomnio, la repulsa del alimento y un desfallecimiento, en extremo asombroso psicológicamente, de la pulsión que compele a todos los seres vivos a aferrarse a la vida.